Opinión Es un retroceso eliminar la cesantía a los trabajadores Hoy día los trabajadores han perdido conquistas sindicales fundamentales, se hacen contratos sin prestaciones laborales, no se respeta la jornada laboral de ocho horas, se expolia sin la menor pudicia y se entroniza la figura del "ganador". Julio Disla Por Julio Disla hace 9 horas Escuchar la noticia Escuchar la noticia En los últimos meses, ha resurgido una inquietante propuesta por parte de algunos sectores empresariales dominicanos: la eliminación o modificación de la cesantía laboral, uno de los derechos fundamentales conquistados por los trabajadores. Esta iniciativa, presentada bajo el pretexto de modernizar el sistema laboral y supuestamente fomentar la competitividad, no solo amenaza con precarizar aún mas las condiciones de vida de la clase obrera dominicana, sino que además, representa un retroceso histórico en materia de derechos laborales en el país. La cesantía es un derecho que garantiza una compensación económica al trabajador en caso de despido sin causa justificada. Este mecanismo no solo constituye un respaldo frente a la incertidumbre del desempleo, sino que también equilibra, aunque de manera limitada, la relación de poder entre empleadores y empleados. Su eliminación, lejos de fortalecer el mercado laboral, debilitaría aún más a los trabajadores, quienes ya enfrentan desafíos como salarios insuficientes, falta de acceso a la seguridad social y desigualdad en las oportunidades. Los argumentos esgrimidos por los empresarios suelen basarse en la supuesta rigidez que la cesantía introduce en el mercado laboral, encareciendo los costos de contratación y despido. Sin embargo, estos planteamientos ignoran que países con economías similares a la dominicana, la estabilidad laboral y los derechos de los trabajadores son factores clave para un desarrollo económico sostenible. La precarización del empleo no fomenta el crecimiento económico; por el contrario, genera inestabilidad social y disminuye el poder adquisitivo de la población, afectando el mercado interno y ampliando la brecha de desigualdad. La defensa de los derechos laborales no es solo una lucha de los trabajadores, sino de toda la sociedad. El trabajo digno y bien remunerado es un pilar fundamental para construir un país más justo y equitativo. Permitir que se elimine la cesantía no solo implicaría la vulneración de un derecho adquirido, sino también la apertura de un peligroso precedente que podría facilitar la eliminación de otras conquistas laborales. En lugar de impulsar propuestas regresivas, es necesario fomentar un dialogo tripartito auténtico que priorice el bienestar de los trabajadores y reconozca su papel como motor del desarrollo económico. Las políticas públicas deben orientarse hacia la generación de empleos de calidad, la formalización del trabajo y el fortalecimiento de la seguridad, no hacia la erosión de derechos fundamentales. Hoy día los trabajadores han perdido conquistas sindicales fundamentales, se hacen contratos sin prestaciones laborales, no se respeta la jornada laboral de ocho horas, se expolia sin la menor pudicia y se entroniza la figura del "ganador". Algo que me tiene francamente sorprendido más aún, atribulado, es que muchas empresas llaman ahora "colaboradores" a sus trabajadores. ¡Qué descaro! Los trabajadores dominicanos han luchado arduamente durante décadas para garantizar que sus voces sean escuchadas y sus derechos respetados. Ceder ante estas pretensiones empresariales significaría desconocer esa historia de sacrificios y conquistas. Es imperativo que la sociedad rechace con firmeza cualquier intento de retroceder en los avances laborales y exija políticas que promuevan la justicia social y el desarrollo humano en nuestro país. En defensa del trabajo digno y los derechos de todos, digamos No a la eliminación de la cesantía y Si a un sistema laboral justo y equitativo para todos los trabajadores dominicanos