Maduro y sus drogas ilegales, inmundicia impune cuna de un poder usurpado
Escrito por la redacción el Viernes 13 de Septiembre del 2024.

El gobierno dominicano estaría en control pleno de tener información que comprometa a Nicolás Maduro, a Diosdado Cabello y demás figuras de Poder, en Venezuela, considerado un Estado mafioso.

A Maduro, un dictador consumado, le gusta hablar de ladrones refiriéndose a otros. Y resulta que Maduro, sus inútiles guardias militares, y toda su terrorífica cohorte se roban todos los días todas las libertades a que tienen derecho los venezolanos: la libertad de comer, la libertad de las familias y el derecho a la paz, la honra de todo un pueblo cuando la mitad del mundo acusa a Venezuela de ser un narco Estado.

La inteligencia dominicana, controlada por el Poder Ejecutivo, podría disponer de información valiosa, en caso de que alguna gente de influencia dominicana se encuentre vinculada a lo que ya todos consideran el “Estado mafioso” establecido en Caracas. Venezuela sería un eje del narcotráfico en la región en la que se incluye República Dominicana. Y núcleos consistentes han expuesto su creencia de que un punto de confluencia para el tráfico de droga es el Puerto Multimodal Caucedo, en Andrés, Boca Chica. En ocasiones se ha informado de la incautación de toneladas de droga cocaína, en contenedores atendidos en ese muelle, en ruta hacia Europa. Pero nunca pasa nada.

Insistentes reportes han indicado durante años, señalando que Diosdado Cabello, dueño del terror junto a Maduro, ha utilizado a la República Dominicana como puente para traficar droga a Europa y otros lugares. La reacción punitiva de las autoridades ha sido nula, cubriendo de impunidad la corrupción transnacional venezolana que involucra a República Dominicana Los vínculos de colaboración entre los persecutores norteamericanos del narcotráfico y las áreas con esa responsabilidad en el país, todo el mundo sabe que son excelentes. La verdad sea dicha. Desde el ilegítimo gobierno venezolano de Maduro y Cabello, se ha estado dando notación de creer que el gobierno dominicano está encabezado por energúmenos. Tal conclusión derivada de la percepción que se tiene de los excelentes lazos de los gobiernos de Estados Unidos y República Dominicana, de las que abundan visibles señales, lazos de los que insisten Maduro y secuaces en burlarse.

Y que no se hable del chantaje de la soberanía nacional, la cual por decisión de los electores es puesta en administración del Poder Ejecutivo y su representante o administrador, en la persona de Leonel Fernández, iniciador de tan lamentable fracaso. Eso parece que no se oye bien. Pero en Venezuela se conocen muy bien los precios de los audífonos modernos, en caso de que los necesiten, si padecen sordera.

Por algún lado, hay quienes se preguntan si el ministro de defensa de Nicolás Maduro, Vladimir Padrino López, tendría la temeridad suficiente para cobrar los millones de dólares, ofertados por el gobierno de Washington, a quien le lleve preso al último ladrón de elecciones en Venezuela. Cosa difícil, porque Padrino López es más que un aliado, un socio duradero, de Maduro y demás fraternos responsables del infortunio de los venezolanos.

Padrino es señalado como cabeza de los militares venezolano ligados a las FARC colombiana para hacer llegar drogas ilegales a Estados Unidos y resto del mundo contaminado.

En sus días, por allá por 2018, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, acusó a ,Maduro de usar “bandas criminales para poder ejercer un mayor control de la sociedad, del pueblo, una asociación macabra, bandas criminales con fuerzas del orden para controlar a la población”. Eso no es nuevo. Existe desde que a Chávez le promovieron un golpe de Estado efímero. Ya en aquella ocasión, el gobierno norteamericano pidió la renuncia de Maduro, por la seguridad de toda la región. Hoy día, Maduro y su régimen tienen requisición y reclamos generalizados. Da grima el temor de que las mafias del Estado venezolano se consoliden aún más y se expandan hasta convertirse en centro del crimen en Latinoamérica, con sus consiguientes riesgos para la región.

Decía la BBC News Mundo, que Estados Unidos ha estado acusando largo tiempo a Nicolás Maduro de narcotráfico, y lavado de dinero, y ofrece una sólida suma en recompensa por su captura, desde marzo del 2020. Los norteamericanos señalan que maduro es el líder de un cartel que colaboraba con la guerrilla colombiana de las FARC. Se presentan cargos contra Maduro y otras 14 personas en tribunales de Nueva York, Miami y Washington.

Como método de lucha, Maduro y los suyos quieren inundar a Estados Unidos con cocaína, decía el gobierno de Donald Trump, para lo que han formado el llamado Cartel Los Soles, operando desde 1993, durante el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez, cuando los generales venezolanos empezaron a ligar la seguridad del gobierno de Venezuela con las guerrillas latinoamericanas, desde posiciones de influencia desde el gobierno. Maduro habría recibido millones de dólares, por parte de las FARC en 2006, cuando era canciller en el gobierno de Hugo Chávez. Cuando Chávez murió en 2013, Maduro lo sustituyó al frente del gobierno venezolano.

Para Maduro y su trulla en el poder, esos decires no han sido más que “una nueva modalidad de golpe de Estado”. Otros altos dirigentes venezolanos acusados por corrupción, narcotráfico o lavado de dinero están alojados en altos cargos del partido gobernante; la seguridad del gobierno norteamericano ha hecho saber que hace rato que tienen la información comprobada de que Cabello, es “un tipo que está metido hasta el cuello en todo tipo de actividades ilegales, en Venezuela y que están armando un caso contra él. Pero sabe cómo protegerse y mantener distancia del trabajo sucio”; otros son Maikel Moreno, presidente del

Tribunal Supremo de Justicia (TSJ); además de Vladimir Padrino, máximo guardia con traje planchado y sin arruga de combate alguno, ministro de Defensa. A todos los esperan “en la bajadita”, como gustan decir en el gobierno de Maduro y Cabello.

El portal internacional InSight Crime refiere que el "Cártel del Golfo" es una de las organizaciones narcocriminales de México más antiguas, operando desde 1930, y que supo ser una de las más poderosas ligada a los venezolanos en el poder.

Desde el ilegítimo gobierno de Maduro se tendría un control taxado del narcotráfico internacional y abastecimiento al tráfico nacional, contrabando de gasolina, minería irregular, explotación de madera, reventa de productos regulados, tráfico de armas y municiones en el sistema carcelario.

En un reciente seminario realizado en el país, Transparencia Internacional y Trasparencia Venezuela acaban de puntualizar los desafíos que tienen por delante la justicia y los ciudadanos contra la corrupción, juicio de los que participan los dirigentes del movimiento no partidista Participación Ciudadana y por la Fundación para el Debido Proceso (DPFL) y el Proyecto de denuncia de la corrupción del crimen organizado (Occrp).

Métanles mano, muchachos.

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