En el cibermundo lo que se va desarrollando a gran velocidad es la IA débil o estrecha, que es un tipo de inteligencia que no tiene conciencia ni entendimiento de sí misma y está diseñada para realizar una tarea específica, como traducir y producir textos, jugar al ajedrez o reconocer rostros. (Merejo, 2023)
Palabras claves: Ética, ciberespacio, cinismo, conducta, actos humanos, política, filosofía, sociedad, cirberética, ciberpolítica, cibermundo, ciberética, valores, reflexión, crítica.
Resumen y motivación:
En Andrés Merejo comprenderemos el valor que tiene analizar la IA, y cuáles debieran ser sus «horizontes». Como los seres humanos debemos implicarnos hacia ella, y cuales son su matices fundamentales, con esto nos prescribe sus intenciones, enfoques, directrices y bases procedimentales.
En todo esto, también se utilizan conceptos que innovaron el marco de contenido de la «ética», partiendo del hecho que la proyecta como fundadora de un análisis en función del uso de la IA. Por consiguiente, Merejo nos introduce en una serie de términos que de primera mano suelen ser complicados, pero, con una forma tierna y delicada nos hace entender su base «teórica» en función de los desarrollos, las posibilidades, las debilidades, la crítica, los buenos análisis, y sobre todo, la postura que debemos tener ante este campo.
Términos como: «cibermundo, ciberespacio, cibernética, ciberdemocracia, cibercultura, cibernética y ciber-etc [...] nos guiará por la base de un «urdimbre» distinto en términos de lenguaje, conceptos que reformularán nuestro sentido cognitivo, y nos guiarán a crecer en términos de «conceptualización» como operación mental.
En fin, con este análisis conoceremos las implicaciones en el mundo cibernético, orientado a la tecnologización, donde se deben procurar políticas que constituyan el procedimiento en términos de uso. Como le llamaría Merejo; «gobernanza». En todo este escenario conoceremos figuras que aportaron en el desarrollo de esta innovación, y sus análisis nos mostraran los peligros, también, aportes positivos en su implementación, por lo tanto no estaría de más analizar cada aspecto planteado por Merejo como punto de inflexión en la inteligencia artificial (IA).
La implicación de la ética y la inteligencia artificial (IA) en el mundo. (1-6)
En una época donde las normas sociales, y las «reflexiones» en torno a la misma es catastrófica, se programa la intencionada cuestión, que, en su puesta daría frutos, pero sin prever las implicaciones catalíticas que tendría la sociedad. Empero, con esto no queda de lado la idea de una reflexión, pensada desde una ética que analiza a un sujeto con una estructura distintiva, la cual se corresponde con una nueva implementación, por el hecho de pertenecer a una época donde gobiernan impulsos relacionados a la «inteligencia artificial».
En este escenario es que Merejo fundamenta su reflexión, está como punto de partida, donde se presenta el cuadro temático de un sujeto con cualidades diferenciadas, retocamos y repetimos; «diferenciadas», porque las mismas responden a un «inteligencia» que carece del divino fundamento racional, esa que debiera conectar con el proceso «crítico y creativo», que eleva a la humanidad a su más alto sentido de conciencia. Esta «conciencia» no es más que un instante de reflexión sobre los elementos que componen la realidad actual, pero como establece el maestro Merejo, es una sociedad con falta de criterios racionales y con un infecundo pensamiento poco consciente, orientada hacia horrores del consumo moderno: «La vida de estos sujetos va por lo vicioso no por lo virtuoso, sabe más de precio que de valores, las relaciones amistad, de amor la envuelve en el precio, en una visión tecnológica como instrumento, y en lo light, despreciando el valor». (Merejo, 2023)
La inteligencia artificial (IA) en el cibermundo es quizá de las tecnologías más disruptivas de nuestros tiempos cibernéticos, con el potencial de cambiar todos los ámbitos de la vida humana, desde la cibercultura, salud, educación hasta la economía, política y ciberpolítica. Sin embargo, también plantea importantes desafíos éticos, sociales y culturales, que requieren una reflexión compleja y crítica. (Merejo, 2023)
En este caso, señalará, la (IA) como un procesamiento que solo refleja, duplica, explica, plagia ideas. En esta parte propondrá que se tome en cuenta una fundamentación ética que regule los «apetitos infértiles» de esos que se proponen como capacitados para sostener una ética en función de esta nueva conciencia. «De ahí que algunos sujetos que no son nadie de repente se crean expertos en ética, sin haber dedicado parte de su vida al ejercicio de este saber tanto práctico como teórico» (Merejo, 2023) Este ataque, que socava el sentido crítico, sistemático y analítico, no sólo de la «estructura ética», sino, también, de la filosofía, según Merejo ponen en peligro el intento racional por fundamental realmente este proceso modernizador, con esto se pone en jaque a la filosofía, y la misma se ve en la prontitud de sacar partido, con las dichas conjeturas hechas, por lo que a sí mismo se «auto-proclaman» expertos en el área «cibernética». Por lo tanto, en Merejo se notará un aire de preocupación, donde con dolor específica que, «lo terrible de todo es que opinan sobre áreas como la ética de la inteligencia artificial, solo porque en el mundo cibernético es un tema de tendencia o de actualidad global en las redes sociales». (Merejo, 2023)
En todo este andamiaje «teórico analítico», se implica por considerar el «cinismo», este como modelo alienador, porque suponen una «hipocresía», como bien Merejo se explaya usando las temáticas fascinantes en la obra de «Oscar Wilde, donde llega a escribir a finales del siglo XIX la obra de teatro El abanico de Lady Windermere (2016), en la que puso de manifiesto lo que era el cinismo en la sociedad británica». (Merejo, 2023) Con esta idea proyecta el sentido que tiene el ser en este tiempo, alejado de una racionamiento real, y «ensimismado» en las proyecciones esenciales del sujeto social. Como tal, enajenado en su estado cuarteado por la «inmediaciones», en un estado «perenne e hipócrita», como bien lo destacó en el análisis que hace en la obra de Wilde ya mencionada.
Ese cinismo evidenciado por Wilde forma parte de su espíritu crítico el cual no tiene que ver con época y modernización social y tecnológica, sino con valores contra la hipocresía y las murmuraciones. En esa obra de teatro, sale a relucir qué es un cínico; es un hombre que sabe el precio de todo e ignora el valor de nada. Para el cínico, lo importante son los resultados, maximizar el rendimiento sin importar valores en el cibermundo. (Merejo, 2023)
Con esta recomendación, en cuanto a dejar de lado todo «cinismo», con la premisa de considerar un marco más significativo de la ética, pasará a implicarse ante un valor supremo de la ética, este como «eje transversal», y como valor intrínseco del ser como tal. Por lo tanto, la ética es una consideración que juzga en el buen juicio de los sujetos, presentando un sentido óptimo, que oscila en el hecho de poder ser «autorreflexivos y autoevaluativos». (Merejo, 2023) Como tal, presenta una lejanía de este aspecto «autorreflexivo y autoevaluativo», y previendo el «cinismo» como posición alienadora de las virtudes humanas positivas, donde el ser se percibe como un simple objeto de una supuesta modernización. Empero, la intención de Merejo es que reconsideremos «reflexivamente» cuales son esos parámetros éticos, fundamentales, que deben gobernar en una «conciencia actual».
Este sujeto ético va más allá de lo que es el cinismo y trata no sólo de reflexionar sino de autoreflexionar, no solo de evaluar sino de autoevaluarse, conocer lo que se conoce, de comprender, y en el ejercicio de la comprensión, el pensar- escribir con la manía de corregir, porque lo importante es la construcción de un discurso cargado de sentido, de orientación de vida, no de muerte. El sujeto cibernético ético no es algo dado, sino que se va haciendo en su diario vivir, sin pretender imponer verdades, más bien, fijar posiciones sobre el mundo y el cibermundo. (Merejo, 2023)
Reflexión entorno a una «ciber-ética». (2-6)
En esta noción, Merejo pasará a considerar los elementos que constituyen la relación entre ética y el «cibermundo», proceso de vinculación que se circunscribe al hecho de una «normalización ética», la misma considerada en el uso apropiado de la (IA). Con esta reflexión se supervisan cuestiones que incrementan el sentido de las dimensiones éticas, pero desde la perspectiva de una dimensión novedosa, que en palabra de Merejo se nombre como: «ciber-ética», término usado para los parámetros que se deben usar como principios que fundamentan el proceder de las normas que deben regular el uso de las «tecnologías», por lo tanto, la ética representa una reflexión distinta, propiamente marcada dentro de elementos constitutivamente complejos, porque abarcan aspectos, dimensiones, fundamentación y cuestiones que se programan desde un campo distinto, el «ciberespacio», «cibermundo» y, «cirberética» como concepto que nombra esos valores, reglas y principios que deben gobernar en este nuevo escenario.
Los filósofos Frederick J. Crosson y Kenneth M. Sayre, estudiosos de la cibernética y la IA, se encargaron de la recopilación de esos textos, en los que se abordó desde un enfoque disciplinar, interdisciplinar y multidisciplinar, todo lo relacionado a la cibernética, en tanto que estudia los sistemas de control y comunicación en seres vivos y las máquinas y la ética implicada con la IA y el comportamiento humano. (Merejo, 2023)
En una larga reflexión filosófica, sobre la base de lo que constituye el uso de la inteligencia artificial, y sus efectos, se reflexiona en función de cómo se fundamentaría el uso significativo de estos elementos, partiendo de tales usos, se pudo considerar cuestiones que podrían favorecer en el desarrollo explicativo de la misma, Merejo señala que, «los avances tecnocientíficos y cibernéticos en ese tiempo no lograban trascender la “discusiones filosóficas sobre inteligencia artificial, la cual se hacían “cada vez más numerosas durante los años recientes” (dígase década del 60 siglo XX, A.M), en un plano “demasiado especulativas y con una estrecha familiaridad con las computadoras, y técnicamente no realistas”» (ibid.,10) (Merejo, 2023) Llegando a tales conjeturas, las misma también generaron, preguntas que socavaron el hecho de la influencia de las máquinas, sobre el ser humano, en mi parecer, con la idea de una conciencia debilitada, esto en una generación que carece de autenticidad, en cuanto al procesamiento lógico, tales implementaciones podrían producir un «catastrofismo modal», permitiendo que los sujetos de la actualidad, no juzguen con claridad el uso apropiado de la (IA).
Este elemento de suma importancia, sobre el concepto de fragilidad, lo toma de una reflexión que parte de comprender la noción ética y filosófica del «científico de sistemas computacionales de la Universidad de Notre Dame, James Massey», donde visualiza los posibles problemas constituyentes en el establecimiento de una estructura inteligente, está comprendida como «razón computacional» (Merejo, 2023), cuestión que pasaron por alto, según Merejo los críticos.
Partiendo de esta postura, analiza la conciencia de Massey para detectar cuales son la cuestiones que pueden afectar a la humanidad, en el establecimiento de tales elementos tecnológicos, y en su afán por explicar tales cuestiones destacará varias ideas (como antecedentes de su análisis):
Destaca que el mismo Massey no tenía claro hacia dónde nos dirigimos con estos inventos, y considera que la «incertidumbre» invade la conciencia de la implementación de tales elementos: «Ante este temor, el referido científico llegó a decir que las computadoras y programas de su época, veinte años después parecerían primitivas; esto sería para el 1985, de acuerdo con mi cálculo». (Merejo, 2023)
El temor de Massey en la influencia que tendrían las máquinas sobre las «decisiones humanas», y esto lo percibe con un apto deseo de poder analizar hacia donde nos guiará el poder crear una inteligencia que sea gobernada por el ser humano, que en un momento puede interpelar tal supuesto dominio: «“Si las máquinas pueden influir sobre nuestros pensamientos, entonces de una manera certísima puede decirse que influyen sobre nuestras acciones. Muchas de nuestras actividades brotan de la información que nos llega de algunas máquinas (…), una computadora puede aconsejarnos sobre el mejor camino para una ruta rápida propuesta. Es obvio, pero igualmente cierto, que podemos también influir sobre las acciones de las máquinas. Que no podemos hacerlo completamente, pronto quedará en evidencia” (ibid., 53)» (Merejo, 2023)
Por defecto establece en su conclusión como se podría establecer la creación de tales máquinas, y cómo las mismas pueden favorecer el desarrollo de la humanidad, empero, también destaca, y con esto se nota que es un peligro, si se le permitiera a las máquinas tener alguna decisión sobre los seres humanos: «Haciendo referencia del texto del fundador de la cibernética, Wiener, sobre el uso humano de los seres humanos, Massey, explica la relación de principios éticos con el uso de la máquina: (…)” quiero dar a entender que nunca debemos permitir que una máquina tome decisión importante que afecte a los seres humanos, excepto bajo la dirección y control de seres humanos con derecho al veto” (p.54)» (Merejo, 2023)
En este vasto concepto, se debe presentar la cuestión desde el punto de una reflexión, porque la misma debe ser analizada desde cualquier dimensión «filosófica», ya que esta decisión del establecimiento «tecnológico», (usos de máquinas), y tales implementaciones, en su desarrollo pueden brindar mejoras, pero, a su vez, pueden ser catastróficas, si no se crea un fundamento que pueda gobernar, normativamente este proceder, como tal, la inquietud órbita en el hecho de poder cuestionarnos en cuál sería el proceder ético en la implementación de tales elemento en la (IA). Por ello es que Merejo destaca que debemos pensar filosóficamente cuales serían los elementos fundamentales que se establecen en este proceder, en tal sentido, Merejo comprende una dimensión del ser distinto, posibilitando un ser diferenciado acuerdo al concepto: «sujeto cibernético». (Merejo, 2023)
Luego de analizar los «antecedentes», se nos vienen las condiciones referenciadas, estas que marcarán aspectos precisos, en función de lo que es la ética en este proceder. A rendidas cuenta, la ética tiene un gama de valores, fundamentaciones, y principios que constituyen el complejo cimiento de la «ciber-ética» que se define en la concepción de Merejo como, «campo interdisciplinario y multidisciplinario que examina las implicaciones éticas y morales de la tecnología digital, virtual y de la IA en el ámbito del cibermundo. Esta parte de unos principios y normativas éticas sobre la interacción entre humanos y sistemas máquinas, cómo estas interacciones pueden ser guiadas para garantizar el control y el manejo responsable de esta tecnología que caracteriza al mundo cibernético». (Merejo, 2023)
La «ciber-ética» pasa a constituir una disciplina que ramificará conceptualmente las fundamentaciones normativas, éstas que forman parte del quehacer del ser humano en el «cibermundo», por lo tanto, la fundamentación compone, o compondrá una «urdimbre de sentido», volcado hacia la estructuración de los principios que deben regular el funcionamiento de tales escenarios.
La ética en lo virtual entra en los principios y valores que deben guiar el comportamiento de los sujetos cibernéticos en el ciberespacio; de manera específica, sus comportamientos en las redes sociales y de las empresas que controlan estas redes, que manejan y manipulan los datos de los sujetos que navegan por ellas. (Merejo, 2023)
En consecuencia de todo este análisis se debe entender que, la ética contiene un cuerpo, cuerpo que propone una estructura de principios y valores, los cuales están conectados a una dimensionalidad, aunque cabe destacar, que, la dimensionalidad, en este aspecto es hondar, y mira posibilidades de horizontes nuevos, planteado el mismo desde un «sujeto cibernético», con necesidades que lo constituyen. Como tal, la ética propuesta en este escenario conlleva una aproximación a las normas que deben regular el comportamiento de los actores de dicho contexto, como consecuencia, y por defecto, toda esta generación se ve abarcada por tales cuestiones.
¿Debemos dejar que la vida real se pierda en el espacio virtual? ¿Dejar que la IA razone por nosotros? ¿Deberíamos otorgarles protecciones legales a los robots y androides, similares a los seres humanos? ¿Qué nuestros datos privados sigan siendo manipulados por algunas empresas forman parte del cibermundo? ¿Qué el sistema de ciberseguridad del poder cibernético diga qué es lo ético y no ético en el mundo cibernético, sin tomar en consideración a sus ciudadanos? ¿Qué el ciberespionaje siga siendo una carta ruta abierta de esos poderes? (Merejo, 2023)
3. Tiempos «transidos». La necesidad de una «ética que regule sosteniblemente el uso de la (IA)». (3-6)
Los tiempos siempre están cargados de peculiares características, estos se vinculan a la necesidad del ser por comprender su contexto, como tal, la «incertidumbre» no es solo de una generación que se nota «angustiada», e «inquieta», por el hecho de verse, o entenderse en un escenario que necesita la diferenciables características que lo constituye como tal.
Se considera que, esta constitución como época «cibernética» plantea una especie de «agonía incesante», porque la misma está marcada por lo aspectos que recrean un sinumentos de cualidades que parecen ser indiferenciables, por lo tanto, es tarea propiamente filosófica, porque lo que caracteriza a la filosofía es su entrañable papel «reflexivo». En el campo «ético» es sacar partido en función de las distintas demarcaciones que se programan como nuevas cualidades conceptuales o materiales. En ese mismo horizonte, la sazón de Merejo considerará que dos de las ramas éticas deben enmarcar un procedimiento «reflexivo» en función de ese proceder «cibernético», y, previo a este aspecto Merejo considera que, «la transformación tecnológica digital y cibernética de la IA, así como la Revolución 4.0, plantean preocupaciones éticas que se colocan en principios de justicia, equidad y transparencia. La IA es una realidad que nos ofrece grandes oportunidades, pero también grandes desafíos». (Merejo, 2023) Y, en esta programación es que, también, prepara una focalización desde la ética kantiana, conocida como ética del «deber», pero en su aplicabilidad genérica reflexiva como «ética deontológica».
Cuando establece que es necesario prever, evaluar, componer necesariamente el campo indiferenciable de la «cibernética», y el mismo lo concibe desde la «cibernética» (filosofía cibernética), la cual según Merejo debiera «ir más allá de lo disciplinar y colocarse en un enfoque interdisciplinar y transdisciplinar, lo que no significa que se pierda la especificidad de la disciplina donde se esté abordando el cibermundo como sistema social, político, económico, cultural edificado en fibras cibernéticas, digitales, IA y la que va experimentándose como la computadora cuántica» (Merejo, 2023)
No muy lejos en su reflexiones, Merejo basará toda la reflexión del cibermundo en una ética que puede comprender reflexivamente toda su estructura. A sabiendas que, la ética «deontológica», puede proporcionarnos valores, principios y normas que regulen el funcionamiento y la adaptabilidad de este campo, pero, en su mejor componenda conceptual, y en su praxis, Merejo considera que la «ética aplicada» puede ser el procesamiento analítico que nos prepare un exploración más hondada.
Con relación a la ética aplicada o práctica como bien lo explica Guisán, es de singular importancia, porque “contiene una temática en principio siempre susceptible de ampliación” (1995, p.47), que además recoge normas concretas aplicables a nuestro vivir de todos los días y se adecua al espíritu innovador, a los fenómenos emergentes y a los problemas de los nuevos acontecimientos que caracteriza a este siglo XXI. (Merejo, 2023)
Desde la perspectiva de Guisan, compondrá la importancia de la «ética aplicada», tomando en cuenta su objeto reflexivo, como composición ampliada, de carácter crítico sobre los hechos más puntuales, por eso es que toma como principio constitutivo la base de la «ética aplicada», porque esta responde a focalizaciones racionales, pero desde el punto de vista práctico, constituyendo un procedimiento objetivado en los elementos que componen la realidad materializable. Por eso citará Merejo a Guisan para conectarnos con el procesamiento modal de esta disciplina ética donde expresa: «Esta ética vincula “la vida cotidiana con la preocupación de una razón práctica, que por su propia definición, trata de unir la vida activa de la participación cívica y ciudadana, así como la vida del ocio y el negocio, con la propia de la especulación filosófica, para hacer ambos momentos vitales más ricos más hondamente satisfactorio”». (Guisán, ibid. Cit por Merejo, 2023).
¿Cuál sería la directriz de Merejo al llevarnos a una ética aplicada que dirija su reflexión al mundo cibernético? Su idea es considerar el contexto en el que vivimos, con esta consideración, partir de las cuestión de la realidad circundante en la que vivimos, y despertando a esta realidad, establecer, o sentar las bases ética que con necesidad guiarán a esta nueva generación, ya no está considerada la perspectiva ética desde el elemento «teórico», si desapropiarse del mismo, lo que bien se resalta es, el hecho de poder evaluar la adaptabilidad sentida en un mundo cambiante y con matices distinto al de una época antigua, por lo tanto se conectará con la perspectiva de Cortina como estructura que responde a las diferencias específicas de esta generación donde la filósofa reconoce que, «en la actualidad nos encontramos en una época diferente a la de Platón, en la que el ético debe ser más cuidadoso y considerado al aplicar los principios éticos que descubre, en lugar de aplicarlos sin ninguna delicadeza a los cuatro vientos o a todas partes». (Cortina 1993. Cit por Merejo, 2023)
En tal caso, la ética desde este fundamento tiene la intención de comprender los procesos más cotidianos, aplicar en la intención del tiempo, y reconsiderar la realidad desde el proceso constante de la realidad, como verdad práctica, es como el concepto de «ser y tiempo», (Heidegger, 1927) o sea, un análisis en el mismo instante de la vida utilizable, un «pragmatismo» que reconsidera las bases funcionales del sujeto en su determinado contexto, y es la intención de Merejo al considerar las reflexiones éticas adaptables de Cortina.
Para esta filósofa, la ética aplicada es producto del proceso inductivo que va de lo particular a lo general, lo que implica una configuración de los valores surgidos de las diferentes actividades específicas y que dan paso al proceso “deductivo, en las que principios y valores comunes a una sociedad democrática se aplican a las distintas dimensiones sociales” (Cortina, P.177. Cit por Merejo, 2023).
En su extracto final, perplejo se proyecta a considerar que este análisis sobre este campo de la (IA) no es algo «trivial», porque responde a una estructura que es parte de las tendencias de esta época, al punto que los países desarrollados, entre ellos Estados Unidos están considerando establecer criterios precisos que nos guían en el uso sostenible de la (IA), con esto se presenta la preocupación en el tema de la regulación ética de este campo.
Toda esta preocupación parte de la implicaciones que puede tener la IA sobre la sociedad moderna, y por eso se deben establecer límites que regulen su uso, y que proporcionen la seguridad necesaria, como característica sostenible de esta nueva implementación. Como tal, la ética juega el papel de reguladora normativa de las constituciones de dicho campo.
Algunas medidas que se pueden tomar para garantizar la transparencia en el manejo de los datos y la responsabilidad en el uso de la IA incluyen establecer reglas claras y precisas de regulación en el uso de la IA por parte de los gobiernos y organizaciones reguladoras, así como educar a los sujetos cibernéticos para comprender la IA y sus implicaciones. (Merejo, 2023)
4. El sentido humano de la moral. «¿Podría tener aplicabilidad en la IA?». (4-6)
En un campo de comburso contenido, el ser cibernético se ve forzado a replantearse el sentido ornamentado de los proceso utilisables de la IA, por ello se pretende establecer una explicación por el ciberespacio, ya no más desde los constructos especificables de la sociedad, sino desde una «cibersociedad», que se ve en la necesidad de reestructurar todo el vasto campo en el que se proyecta ahora, por lo cual el «sujeto cibernético» tienen como aseveración fundamental el «espacio cibernético de hiperconectividad y virtualidad, el cual ha cambiado nuestra percepción de la realidad. En él, no distinguimos entre sujetos reales o virtuales cuando navegamos por sus confines. Desde el ciberespacio, tomamos lo virtual como algo real, como parte de nuestra cotidianidad. La IA, que surge de este espacio interactivo, nos ofrece una amplia gama de campos que abarcan desde la biotecnología, la educación, el medio ambiente y la salud hasta la cibercultura, lo que muestra su importancia». (Merejo, 2023)
Todos estos componentes sólo representan apuntes multivariados de lo que constituye el «sujeto cibernético», por lo tanto, toda esta cuestión se circunscribe como presenta Merejo desde la noción de Latorre: «“Crear inteligencia artificial eleva las apuestas. Se trata de ni más ni menos, de crear máquinas que interactúan con nosotros en el terreno de las cualidades humanas. Además, pedimos a la inteligencia artificial, término introducido en 1956 por McCarthy, que esta interacción sea tan perfecta que no seamos capaces de saber si nos relacionamos con máquinas con otros humanos”». (Latorre, 2019, p. 87 Cit. por Merejo, 2023).
Luego de presentar una estructura, desde el campo con sus respectivas enmarcaciones, Merejo consentirá que, tenemos que ser pacientes el proceso de aceptación, manejo, y relación con esta nueva consigna, porque la misma responde a procederes que pueden generar significaciones turbias, y en tal caso distancia la conciencia de una inferencia legítima. Con esto no específica que es de suma importancia que mantengamos la cordura en tiempo transidos, difíciles, y cargados de incertidumbre, porque la paz es lo único que puede proporcionar el manejo sostenible de la AI. Y, en su defecto, con la expresiones de Merejo, «el sujeto cibernético debe cultivar la paciencia moral en ese laberinto ciberespacial que no solo está constituido por aprendizaje y conocimiento, sino también por ignorancia y estupideces. Muchos sujetos no comprenden que vivimos en nuevos paradigmas que han dejado obsoletos saberes y conocimientos que se pensaban inamovibles». (Merejo, 2023)
Luego de lo referenciable, nos cuestionemos en el hecho de cuánto debemos disponer en torno al conocimiento de esta estructura de la IA, pensada desde un círculo moral, estableciendo una serie de cuestiones, que, en su proceso de conformación nos recrean el sentido moral en torno a su especificidad, o sea, pensar en ella con la premura posible, en el hecho de preguntarnos cuánto debemos implicarnos en función de validarla como establecimiento autónomo en cuanto a su proceder, con esto, repito, nos debemos preguntar: ¿cuánto de autonomía debería tener la IA? Y, si en esta pregunta cabe la posibilidad de permitirle tales procedimientos, los cuales están cargados moralmente de significación y sentido, pero desde el sujeto moral que puede juzgar claramente entre lo correcto y lo incorrecto, que puede validar, o reconsiderar realmente sobre hechos y actos que dañan o favorezcan el desarrollo de los humanos, cosa que no es propia de la AI, porque solo puede procesar informaciones, articular y estructurar datos, y formular contenido de ideas ya concebida como sentido , pero desde una perspectiva humana como concepto premeditado.
Esto deja abierto algunos dilemas y estatus morales, así como un abanico de posibilidades de cómo deberíamos tratar una IA, según este pensador y de cómo debería analizarse las capacidades morales que tiene o debería tener este tipo de inteligencia. Todo lo cual entra en el plano de lo filosófico como “problema de la paciencia moral, que no gira en torno a la ética de o en la IA, sino a nuestra ética para con la IA” (ibid.). (Merejo, 2023)
Con toda esta entramada posibilidad de la facilidades y las discrepancia de la IA, donde quiere guiarnos Merejo, por su´puedo, y es evidente en sus posiciones preliminares, o acogimiento específico, como cierre de su análisis. Sus impulsos, suscitar la cuestión de la paciencia, porque con la misma podemos considerar con tranquilidad, la aplicabilidad, y la adaptabilidad de la IA, en medio de estos tiempos «transidos», usa como punto de recomendación, para motivar el ser paciente la noción de Cortina donde presenta «la paciencia moral en el cibermundo forma parte de la ética del discurso que se ha de poner de manifiesto en la ética aplicada, porque entra en reconocimiento de pluralidad y la complejidad de las realidades virtuales y el dialogar con argumentos racionales y evidencias empíricas, así como buscar soluciones pacíficas y consensuadas a los conflictos o problemas que surjan, que como bien apunta la filósofa Adela Cortina (2016)». (Merejo, 2023)
En este proceso destaca que, en medio de tanta «fraudulencia», cuestiones de «desasosiego agónico», es necesario mantener la «templanza moral», con «resiliencia y con sentido apropiado», dirigido al arte de la paciencia como base fundamental del proceso analitico en cuanto a la IA, por lo tanto, se propone entender la noción que nos invita a cultivar la calma y el buen sentido, usando tales característica señala desde su consigna que la «paciencia moral que envuelve la serenidad, esperar de manera sosegada que los fenómenos emergentes sucedan o darle tiempo a que sucedan, porque no depende de uno. Las almas se agitan en las redes virtuales del cibermundo por eso la paciencia moral incluye el cultivo de lo virtuoso no de lo vicioso, así como lo que es la tolerancia y la perseverancia». (Merejo, 2023)
Concluyendo en la perspectiva filosófica de:
Kierkegaard reflexionó sobre la paciencia como parte de la existencia, de la ética y la religión. Para este filósofo la paciencia va contra todo acto de caer en la desesperación y en el camino del extravío que bloquea toda búsqueda de autenticidad de vida, y la edificación del amor. Por eso, la paciencia implica un proceso lento, tortuoso y arriesgado que va cambiando el estilo de vivir del sujeto cibernético. En sus textos Las obras del amor (1965, vol. V), Kierkegaard critica el racionalismo y el empirismo, le da importancia a la paciencia vinculada al amor, al silencio como virtud: “La paciencia consiste precisamente en el aguante para presuponer que el amor existe (…). El amor edifica mediante la paciencia “(p. 29). (Merejo, 2023)
Dos cosas podemos señalar a manera de cierre, tomada como idea implicada en el fundamento lógico de Merejo:
[1°] Sólo los humanos son capaces de poder articular lógicamente un sistema ético que respondan a un significado, con un sentido previamente procesado, y en ese horizonte, solo un ser dotado de intención moral puede, mediante el lenguaje estructurar un sistema ético que tenga consignas programáticas llenas de significación.
[2°] La IA solo puede procesar lo que ya está como sentido propuesto por el vasto conocimiento humano. La IA sólo se vincula a la estructura planteada y pre-fabricadas por ser moral, que es el «animal consciente y moral», por lo tanto, la IA según Merejo «es capaz de procesar y estudiar grandes cantidades de datos, pero no puede comprender su significado. Sin embargo, puede ser programada con una carta de ruta de ciertos principios éticos y morales que contribuyan a reducir los riesgos de comportamiento inapropiado en el ciberespacio». (Merejo, 2023)
5. Contextualizando. El abordaje de la «UNESCO» sobre la IA y sus «implicaciones». (5-6)
En este espacio se confrontan las concepciones diversas en cuanto a cómo funciona la IA, y se reconsidera su fundamentación como objeto utilizable, satisfactorio, con el enfoque de proporcional la viabilidad necesaria, pero carente de sentido o significado por sí mismo, este mismo espacio se permite para presentar el momento donde la IA se torna limitada, porque sólo puede procesar, y articular, con algunas similitudes al razonamiento humano. Empero, con limitaciones en términos de procesamientos modales lógicos, o sea la implicación en cuanto a cómo estructurar las «multi-manera» de ser del sujeto racional. Siendo una aproximación a comprender la capacidad humana de razonar, pensar y otros elementos característicos del ser, la IA, queda en su intento de semejanza determinada a ser parte del proceso lógico del ser, como articulación de su procesamiento.
Por eso es que Merejo tomará como punto de partida las ideas del uruguayo Rafael Capurro, para permitirse evaluar el impacto que esta puede causar en la sociedad, y, a modo de reflexión conciliar cuales serian sus implicaciones, porque la perspectiva que se construya de su funcionamiento es la conciencia que proyectaremos a futuro, y sobre todo la ética que se programará desde este escenario. Esta reflexión guio a que se presentará un cuadro referenciado, donde se toman una serie de consecuencias, que parte de un estado previamente analizado, como un antecedente reflexivo para llegar un consecuente lógico sobre la IA, y en este intento se establece la reflexión suscitada con el cuerpo de ideas proporcionado:
He estado trabajando en el enfoque filosófico y tecnocientífico de Capurro, y el intercambio de ideas con él me ha llevado a reflexionar y profundizar en la relación de la ética con la inteligencia artificial (IA) y su impacto en la sociedad. La IA tiene el potencial de transformar muchos aspectos de la vida humana, como el trabajo, la economía, la educación, la salud, la cultura y el medio ambiente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la IA estrecha o débil, que es la que cubre el cibermundo, tiene capacidad limitada. (Merejo, 2023)
Con esto podemos determinar, parafraseando a Merejo, que, la IA solo puede «infra-estructurar» un cuerpo de elementos que son susceptibles a su análisis, pero desde el campo que le proporciona la conciencia lógica humana, como tal, lo que determina la fundamentación de esta inteligencia siempre está conectada al procesamiento humano, que en posición asíntota permite las conjeturas, y solo en así existe el análisis como «metacognición», cosa que nunca la IA comprenderá porque es solo del ser humano. En su defecto, se puede permitir la IA ser en función de algunas recopilaciones y componendas extraordinarias, ser más eficiente que el ser humano, pero nunca en el estado procedimentado lógico, y sobre todo de sentido.
Es preciso destacar que el uso saludable de la IA, proporcionará elementos satisfactorios para el desarrollo social, rompiendo con ciertas perspectivas que puede crear «sesgos» desde la multiforme realidad que nos confiere, por lo tanto es presentar un cuadro de utilidad en consecuencia a un estado de responsabilidad, ya que esto repercutirá en el uso significativo de la IA. pensada de esta manera se convertirá en algo sostenible para el desarrollo social. Por eso destaca Merejo: «Es fundamental que se tomen medidas para garantizar que la IA se utilice de manera ética y responsable, y que se aborden los problemas de sesgo y discriminación. La IA tiene el potencial de mejorar la vida de las personas, pero solo si se utiliza de manera responsable y se abordan los problemas éticos y sociales que surgen». (Merejo, 2023)
Al presentar este cuadro diferenciado, pasará a interiorizar, y ahondar en el hecho de poder reflexionar mediante los valores ya instituidos en la especie humanas, estos como producto del desarrollo humano en el proceso evolutivo, como tal, prevé un acto «degenerativo», cuando reflexiona sobre la base de una «ciberespacio», o «cibermundo» que desafía estos constructos éticos trascendentales, pero, en esto no dejará de lado el fundamento especial, que nos invita a poder pensar en función de los «arquetipos» que puede sobrevivir en el «acto degenerativo», esto como valores supremos del ser en constante desarrollo.
E de pensar, desde la perspectiva del maestro Merejo, que el desafío, no esta tanto en el acto degenerativo de los valores, si no en la aplicabilidad que tenga la estructura extraída del «ciberespacio», con esto el peligro es una franja de cuestiones que deforma el sentido óptimo de la ética, por lo tanto, se crean articulaciones sin posibilidad de conexión con visiones positivas de la ética instituida, por eso el peligro va más allá.
Todos estos fenómenos se encuentran interconectados y nos ponen en riesgo como especie y como planeta. Por lo que se ha de partir de un enfoque de la ética en inteligencia artificial desde una perspectiva pluralista y multidimensional, que combine diferentes criterios y principios éticos para evaluar y guiar las acciones relacionadas con la IA. (Merejo, 2023)
Para solidificar su fundamento, se propone establecer las ideas que tiene la UNESCO sobre la IA, donde el mismo Merejo se pone como partícipe de la aplicación de tales recursos, pero planteado desde la perspectiva de UNESCO como elementos que son utilizables, pero tomando en cuenta su facticidad, su funcionalidad, y su aplicabilidad desde la sostenibilidad viable, donde el proceso esté centrado desde la dignidad humana, estableciendo como protagonista (sujeto real) al ser consciente, modelador de una ética con precedentes, y no una ética artificial, como pasaría con el no protagonista, sino cosa, utilizable, y acuñado al significado de «cosas», concepto que no aplica para el ser humano, en este aspecto, porque es visto como sujeto de sentido, de pensamiento y de valores.
Con esto se pretende ver a los actores que puede interactuar con la IA en su ciclo de vida, en este proceder queda claro el hecho de los papeles, y se establece un margen, que define el protagonismo vivo del sujeto, con el valores conferido al mismo, y se define la utilidad de la IA y su rol en el proceso del uso.
«En cualquier interacción en el cibermundo, es importante recordar que los sujetos cibernéticos nunca deben ser cosificados. La dignidad no debe ser menoscabada y los derechos humanos y libertades fundamentales nunca deben ser violados o abusados. Para contrarrestar el proceso de cosificación, que consiste en desvalorizar al sujeto y reducirlo a un objeto sin valor, dignidad o sentimiento, es fundamental respetar los derechos a la intimidad y protección de datos. Reducir a un sujeto a la condición de cosa significa tratarlo como un objeto sin lenguaje y pensamiento». (Merejo, 2023)
6. El control regulador de los usos de la IA. «Gobernanza» (6-6)
Apostamos que la Gobernanza justa en la IA no se quede en desiderata mientras que en términos reales vamos por el camino de la policrisis y permacrisis. (Merejo, 2023)
En el contexto de «debate» se suscita la cuestión, entre las dimensiones que se postulan entre inteligencia humana y la estructuralidad de la IA, y los límites «pre-marcados», con esto se puede prefijar el sentido que tendría en su uso, y la complejidad en el marco de su procesamiento significativo. Dentro de tales acotaciones, se percibe un debate que contiene dentro una dimensionalidad filosófica, aunque su enfoque es cibernético es distinto en este plano, porque intenta comprender la significaciones, implementaciones y aplicabilidad de la IA [«El enfoque epistémico de la IA»] (Merejo, 2023), sin frustrar el fundamento de una sostenibilidad ética que cubre una dimensión multidisciplinar.
Señala Merejo que en la década del 50 se programó un debate, el mismo dirigido a comprender las implicaciones fundamentales de la IA, con esto se posibilitó un marco reflexivo, donde se tendría que considerar la inteligencia que estructuraría a la IA, y como se debía interpretar la misma, con esto se prefija el estudio de la ética, y se encuado un debate que restablecerá parámetros normativos en función de lo que conocemos por merejo como «cibermundo».
E de pensar, que el enfoque en este marco, está marcado por entender cuáles son esos límites, procesos, intenciones, y sobre todo la estructura ordenada que tendría la IA. O sea, la «gobernanza» como destaca Merejo, tema base de su reflexión teórica.
Aquí entra como primer plano, más que una repetición de lo ya sabido y concebido, cierta crítica a ese enfoque reiterativo y epistémico de la IA, porque como lo señala Echeverría, no hace mención alguna a la inteligencia animal, “siendo así que, como saben los etólogos, muchos comportamientos animales muestran una clara capacidad de entender lo que sucede en el entorno y decidir qué conviene hacer en tal o cual situación, individual o colectivamente. El antropocentrismo es un defecto originario de la IA desde su origen, incluidos Turing, McCarthy, Minsky, Shannon y demás pioneros” (p.6). (Merejo, 2023)
En este escenario se propone un avance preponderante de la IA, pero esta postulación ha de permitirse según Merejo, desde el análisis de su colega EcheverrÍa, considerando que, Estados Unidos y, no en Europa, es el epicentro y Sede de un supuesto avance; por lo tanto USA, repetimos, es quien se verá como proyección de los elementos que guiarán el desarrollo de la IA. A manera de dirigencia el contexto de este plan está impregnado de un sinnúmero de concepciones que se abriga en el hecho de cómo procederá el proceso normativo, como «gobernanza» de la IA.
En todo este debacle se prefijan focos, estos que marcan cuáles de los países podrían considerarse como promotores de desarrollo de la TIC en el siglo XX, cuestión que sería el banco informático para la lucha en el siglo XXI. Y, en el análisis que Merejo nos permite dentro de la óptica de Echeverría establece que, «Japón había cedido algo en el empuje innovador que mostró a finales del siglo XX, pero habían surgido otros rivales, los BRICs (Brasil, Rusia, India y China): nuevos actores en esa lucha por una imaginaria “sociedad del conocimiento” que advendría “necesariamente” en el siglo XXI, tras el éxito de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) y de las “sociedades de la información” a finales del siglo XX. Dicho sea de pasada, nos sigue explicando, se reveló así otra dimensión clave de la tecnociencia, más allá de la I+S, a saber, su dependencia de las inversiones, públicas o privadas. Los grandes avances de la IA basada en datos a partir de 2005. suscitaron declaraciones altisonantes». (Merejo, 2023)
Por lo tanto, y previendo hacia dónde vamos, Merejo precisará «que este es el contexto» que perfila intencionalmente el concepto de «gobernanza», concepto que ultimará implacablemente los aspectos normalizadores, reguladores y proporcionadores de la reglamentación a la IA.
Como se trabaja con el contexto, permitido ahora desde la noción de Merejo la significación de concepto, con la premura de conocer claramente su inclinación, Merejo propondrá:
La gobernanza cibernética es control y regulación, implementación de políticas y normativas en el ámbito del ciberespacio, de lo ciberfísico. Este último concepto emerge de la Revolución 4.0 e implica la interrelación de sistemas cibernéticos y sistemas físicos en entornos interconectados. En la gobernanza cibernética, la ciberseguridad es uno de los pilares fundamentales para el gobierno digital y para todos los sujetos cibernéticos que viven navegando por el espacio virtual de la red de redes, Internet. Esto garantiza no solo la seguridad del entorno virtual, sino su estabilidad y la protección de los derechos y privacidad no solo de los sujetos cibernéticos que viven en el cibermundo, sino de los demás seres vivos. (Merejo, 2023)
Es lógico destacar que, la interacción activa de los seres humanos con la «cibernética» está afectando y transformando la vida, como destaca Merejo, por lo cual es necesario tomar medidas basada en principios «éticos» que conduzcan a un fundamento que regule su uso, por lo tanto, desde este foco es que se establece el concepto de «gobernanza».
Hacia dónde se dirige la «gobernanza», Merejo la implica como, «los gobiernos del cibermundo, deben buscar regulación y control sobre la investigación y la aplicación por parte de las empresas, en lo relacionado a IA, porque no solo ponen en peligro a sus gobiernos digitales, sino a los sujetos que viven bajo su democracia y ciberdemocracia, los ponen a pensar como chatbot, ser autómatas que antes de tomar decisiones y participación en un determinado escenario, consultan a estos dispositivos, sin realmente conocer la estrategia política cibernética (ciberpolítica)». (Merejo, 2023)
Con esta parte se destaca primero: «como un peligro que se suscita, si no se plantea una rúbrica clara en función de los elementos que componen los “gobiernos digitales”». Segundo: «el control imprescindible de la IA sobre los “sujetos que viven bajo una democracia o ciberdemocracia” que se asumen este proceso como títeres». Tercero: «la falta de conciencia en torno a la política que impera en tales registros concertados, que hacen del «sujeto cibernético» un ser su decisión alguna».
Todo este proceder debe entenderse mediante una «ética aplicada», esa que tiene como enfoque la «normalización» de lo que impera en este campo, pero presentada como normativa orientada hacia el «favor del ciudadano». (Merejo, 2023)
Porque si algo caracteriza a una gobernanza justa en cuanto a lo digital e IA, son los principios éticos normativos y de ética aplicada a favor del ciudadano; que realmente lo beneficie, sin distinción social o cualquier otro tipo de discriminación. Son tareas difíciles, pero necesarias para poder luchar contra la brecha digital y la infopobreza, en estos tiempos cibernéticos y transidos. (Merejo, 2023)
A manera de acotaciones finales, señalará Merejo cuales son las indicaciones de la UNESCO, con relación a la «gobernanza», proponiendo con esto un marco de directrices que regulen el uso de la IA.
Primero: Se debe preservar la «privacidad», a su vez, cada territorio (países) son responsables (autónomos) en cuanto a los datos que manejan, por lo tanto, todo esto se enmarca en los derechos internacionales dirigido hacia respeto de la «privacidad particular», y sobre la base de los derechos humanos. (UNESCO) «“cumplimiento del derecho internacional, pueden regular los datos generados dentro de sus territorios (…) y adoptar medidas para la regulación efectiva de los datos (…) sobre la base del respeto del derecho a la privacidad, de conformidad con el derecho internacional y otras normas relativas a los derechos humanos”». (Merejo, 2023)
Segundo: La «inclusión» es preponderante, dirigida a la sostenibilidad, y al proceso que vincula a un sinnúmero de participantes que puedan valerse de tales avances proporcionados por la IA. (UNESCO) «Entender que se ha de luchar por garantizar las recomendaciones de la UNESCO, en cuanto a lo que son los “enfoques inclusivos de la gobernanza de la IA, de modo que los beneficios puedan ser compartidos por todos, y para contribuir al desarrollo sostenible”» (UNESCO, p,23) (Merejo, 2023)
Apostamos que la Gobernanza justa en la IA no se quede en desiderata mientras que en términos reales vamos por el camino de la policrisis y permacrisis, y en una lucha acelerada por el control de la IA para fines desproporcionado en el ámbito de la ciberguerra. (Merejo, 2023)
7. Conclusión.
Las características que contiene el «cibermundo» necesitan perfilar intencionalmente recursos elementales que se forjen el una ética, la cual implemente sosteniblemente los aspectos que regulen el uso de la IA, por lo tanto es de suma necesidad que se oriente a los protagonistas cuál es el papel que juega este «fenómeno actual sobre su existencia».
Es necesario que se consideren los procesos éticos, basados en una reflexión que intente fundamentar racionalmente su procesamiento, y que en un sentido claro, se posibilite el reglamento, [«gobernanza»], de los aspectos que la constituyen. En este mundo, que en palabras de Merejo, es ya, un «cibermundo» con un aspecto distinto porque recrea una realidad multidiversa, es donde se debe presentar cuestiones que fortalezcan la sostenibilidad de este avance. Empero, en función de la vida, proponiendo como establece Merejo: «cibernética», «ciberpolítica», «cirbedemocracias», que constituyan el mejor manejo de la IA.
Sabemos que la sociedad cambia, y que la misma se ve influida por un sinnúmero de innovaciones que posibilitan, o desarrollan el sentido ético fumando, pero, en este estado debemos considerar cuales son esos «valores» fundado en la «estructura humana» que, son fundamentales para «sostenibilidad». Y, en ese proceder aplicar los procesos necesarios para fundamentar la IA sobre esa base, salvaguardando esa «ética» que nos impulsa hacia el «bien común y global».
Por estos horizontes es que navega el maestro Merejo en su reflexión, tratando de implementar una serie de rúbricas que favorezcan el desarrollo humano, y que esta innovación no se vuelque sobre nosotros, si no que, sea parte de eso que siempre conocimos como importante para la sostenibilidad de la vida útil.
Con esto Merejo nos muestra su alto sentido por el desarrollo moral en el ser humano, favoreciendo con su reflexión el más alto sentido de ser en nosotros, y cupliendo con el dicho categórico de Socrates “conocete a ti mismo”, y procediendo con la máxima de Kant, “Actúa de tal manera que la máxima de tu conducta pueda convertirse en ley universal”, (Benéitez, 2022) y dirigiéndose así hacia el bien supremo de Aristóteles “la felicidad “, (Ayaquica, 2018) y sobre todo hacia su horizonte de posibilidades “la esperanza”.
Referencias
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