La reforma fiscal rescata la memoria histórica de la violencia del 1984
Escrito por la redacción el Martes 15 de Octubre del 2024.

Se denominó “poblada”, pero no fue más que un movimiento bien planificado por políticos, algunos de los cuales pululan por ahí. El suceso se recuerda con pena y rabia por el centenar de muertes y miles de heridos, masacrados en calles y callejones por policías y militares desbordados por los acontecimientos.

El brutal acreedor multinacional que llaman Fondo Monetario Internacional (FMI) fue el único culpable. Llegados los representantes del organismo verdugo al país, llevaron al gobierno de entonces presidido por Salvador Jorge Blanco, amarrado de pies y manos a montar una injusta y mal planificada reforma fiscal. Los días 23, 24 y 25 de abril de 1984, las manos de los políticos insensatos condujeron una masa de pueblo atosigado en su economía a rebelarse contra el orden instituido, representado por un gobierno que llevaba dos años ejerciendo el Poder.

El lunes 23 de abril, la gente regresaba tras el asueto de Semana Santa y encuentra una súbita y tremenda alza de los artículos de primera necesidad. Se desató una inflación de más de un 500%. Algo insoportable.

Los principales barrios calientes se alzaron en protesta. Incendios, saqueos, muertes, disturbios, heridos, bombas lacrimógenas, tiroteos.

Las autoridades fueron tomadas de sorpresa por la organización y efectividad de las manifestaciones de protesta. No hubo tiempo a que las autoridades pudiesen contener los desórdenes en las barriadas capitaleñas y parte del interior. En un discurso forzado que pretendía ser concluyente, el presidente Jorge Blanco describía aquella sorpresiva violencia y decía que era algo sistemática y dirigida.

Efectivamente, lo era. Las autoridades incriminaron directamente a un sector del partido reformista. Junto a los políticos reformistas se confundieron también grupos de ex militares y de retazos de la izquierda tradicional.

Como si pudiera servir de experiencia para la actualidad, la inteligencia del gobierno, teniendo la evidencia de que todo aquello estaba siendo preparado, no actuó por connivencia o inexperiencia. Y permitió aquel desborde de masas desorganizadas que se hizo pasar como algo espontáneo. Todo aquello fue dirigido en forma sistemática.

Todo contó con la connivencia de políticos, algunos de los cuales pululan en la política dominicana, todavía, al tanto, ayer como hoy, de que la situación económica del país era dominada por la inflación, alto costo de los productos básicos y corrupción.

Juan Bosch, de quien se heredan muchas de las deficiencias políticas de los grupos, en el período 1982-86, por sus debilidades temperamentales, se entretenía en pedir al presidente Jorge Blanco que renunciara, porque permitía que el gobernador del Banco Central, Bernardo Vega, “lo ofendiera en términos personales”.

Aquellos manejos políticos engrosaron un ambiente que facilitó la victoria reiterada de Joaquín Balaguer, en franca y furtiva alianza con el PLD, que encabezaba Bosch desde que abandonó el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), para montar un partido diferente.

Jorge Blanco, según Bosch, había sido producto de un error de su pueblo, o por uso apabullante de la droga publicitaria, sin capacidad para mantener ningún orden ni gobernar.

Ayer, como hoy, la reforma fiscal, se dice que procura pagar deuda a la sociedad dominicana para transformar el crecimiento en calidad de vida para los que menos tienen. Así, en términos de evasión, va a depender mucho del proceso de calidad de la gestión administrativa, que deberá tener una base para saber si son suficientes para el éxito que se propone.

Las protestas se extendieron por barrios del Distrito Nacional y otras poblaciones Las protestas se extendieron por barrios del Distrito Nacional y otras poblaciones

Hay que atacar la evasión y elusión fiscal, un tema que ha afectado las recaudaciones tributarias. Hay que reducir la informalidad laboral, producto de un desorden incontrolable que ahoga la economía del país.

La gente quiere saber si hay ideas y planes precisos para impulsar la reforma que hoy denominan Ley de Modernización Fiscal del Gobierno. Hoy se habla, también de ampliar la base del ITBIS y la base del IPI (Impuesto Patrimonio Inmobiliario).

Hay quejas de que todo eso tiene que ser bien explicado ante los sectores que se piensa afectar con la tal modernización. Y si el agujero del sector eléctrico, algo que ahoga a la nación será resuelto con la tal modernización fiscal. Se quiere saber también qué tienen entre manos en el Banco Central y con la Seguridad Social.

Leonel Fernández insta al Gobierno a buscar consenso para evitar crisis por «paquetazo fiscal” y el CONEP llama a diálogo para discutir la reforma fiscal. Las medidas fiscales como un “bombazo fiscal”. Adocine solicita participación en vistas públicas, Asociaciones de Bancas Deportivas preocupadas.

El Falpo manifiesta su rechazo al proyecto de reforma fiscal y entiende que se debe perseguir a los empresarios que evaden impuestos y aplicar un aumento de salarios.

Mientras la Coordinadora de Organizaciones Barriales Don Bosco (CODONBOSCO) exhortó ayer al presidente Abinader posponer para el año 2025, la propuesta de reforma fiscal.

Lo cierto es que hay mucho de qué hablar y explicar, y que no se lo pueden dejar todo al presidente Luis Abinader. Las ratas de bodegas, con sus sacos y corbatas bien planchados, en que regularmente se convierten los burócratas oficiales, deben ser obligados a salir y hablar claro con las gentes de la calle, con los representantes del poder del sector privado. Y los senadores, diputados y líderes municipales, hoy arropados por el Poder y sus recursos, deben también aceptar el reto de ser sabios, aunque sea una vez en su vida.

 

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